Viajar en pareja: ¿placer o divorcio?

Cuando pensamos en realizar un viaje con nuestra pareja, nos imaginamos un lugar romántico, cálido y acogedor, que pueda generar un buen clima para compartir, disfrutar y tener tiempo para reencontrase con el otro; pero a veces las expectativas con el viaje y lo que se espera del mismo son tan altas, que pueden resultar frustrante ya que no logramos concretar lo que se espera.

 

El error de este pensamiento o creencia reside en que, en el afán de ser positivos, nos olvidamos de los hechos de la realidad, es decir, en qué situación se encuentra la relación de la pareja antes de realizar el viaje. Por lo tanto, si no estamos pasando por un buen momento, corremos el riesgo de que las vacaciones se frustren y resulten un fracaso.

 

Por tal motivo, es importante tener en cuenta cuál es el sentido que va a tener el viaje y cómo está la pareja en ese momento. Esto significa que si la relación está en crisis porque existen discusiones de manera permanente, agresiones y descalificaciones verbales, falta de diálogo e indiferencia, lo más probable  es que la pareja vuelva separada del viaje porque al pasar y compartir tanto tiempo juntos, las diferencias y las situaciones conflictivas se hacen más evidentes, acelerando los tiempos de la ruptura.

Esta realidad echa por tierra el mito o la fantasía de que si una pareja está mal o en crisis, se soluciona realizando un viaje, ya que los hechos muestran que sucede todo lo contrario.

 

Algunas sugerencias a tener en cuenta a la hora de organizar un viaje en pareja:

 

– Acordar sobre la elección del lugar para que cada uno pueda expresar sus intereses y gustos.

– Conversar sobre las expectativas que cada uno tiene sobre el viaje, es decir,  lo que se espera del mismo –  descansar, hacer excursiones, etc. –  para evitar frustraciones.

– Ponerse de acuerdos con el dinero a disponer para el viaje.

– Cuando se realizan los preparativos, es conveniente armar una lista con las diferentes tareas a realizar, para que cada uno se ocupe de una parte.

 

Cuando la pareja llega al lugar elegido, es clave la actitud que tiene cada uno. Algunos consejos pueden ser:

 

-Flexibilidad: permite que uno se pueda adaptar de manera activa a lo que no sale como se esperaba.

– Evitar renegar: frente a los problemas inesperados que puedan ocurrir, no quedarse en las autocharlas negativas, pensar en soluciones.

– Negociar: muchas veces debemos ceder para poder llegar a diferentes acuerdos.

-Mantener una actitud positiva, teniendo en cuenta que el objetivo es disfrutar del lugar en pareja.

 

 

Para mayor información:

Psicólogo  Santiago Gómez

Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva

(Matrícula: 15.159)

www.decidirvivirmejor.com.ar / info@decidirvivirmejor.com.ar

Tweeter: @PsSantiagogomez / www.facebook.com/ps.santiagogomez

 

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