Saber decir NO sin sentir culpa ni miedo

Ante situaciones de la vida cotidiana, muchas veces sucede que por temor o culpa, las personas no pueden decir NO .  Esto se debe a las creencias irracionales con las que el sujeto
interpreta los hechos de la realidad y lo que piensa  acerca del NO, que
al ser erróneo, le genera un estado de temor y culpa.

 Las personas que no pueden decir NO aprenden a quedar bien con los
demás, a resultar agradables con los otros a costa de quedar mal con ellos
mismos por no poder expresar lo que sienten realmente. Ponen a los otros por
encima de ellos mismos, es decir, «primero lo que se debe» y después
“lo que el sujeto siente”.

  Un ejemplo muy claro es cuando un amigo le pide a otro una importante suma de
dinero, lo cual éste no está convencido de dar pero piensa que si
no lo hace, su amigo se va a ofender y va a perder su amistad (interpretación
errónea), por lo tanto, va a experimentar emociones disfuncionales como el
miedo -a perder a su amigo- y culpa -por tener que decirle NO- por lo que termina
diciendo si, cuando en realidad quería decir NO.

 A la hora de decir NO, muchas personas se sienten culpables. La  culpa es una emoción que debería de surgir solamente cuando uno
siente que hace algo que no corresponde de acuerdo a los preceptos morales,
personales y o sociales como por ejemplo, robar.

Aparece como una sensación de malestar, de castigo, por
algo malo que el sujeto realiza.

Pero también existe la culpa irracional, que surge en situaciones que no
deberían aparecer, por ejemplo, cuando alguien quiere decir NO a un determinado
pedido y no lo puede decir porque se siente culpable ya que piensa y
siente  que está haciendo algo malo.

Los temores más frecuentes al momento de tener que decir NO
son:

–          A
que el otro se ofenda.

–          A
causar un conflicto, discusión o pelea.

–          A
que se corte la relación.

–          A
perder el vínculo afectivo.

–          Creer
que los motivos o justificativos no son los suficientemente valederos.

 

 El no poder decir NO puede generar diferentes problemáticas:

–          baja
la autoestima; porque el sujeto siente que por miedo o por culpa termina
actuando de una manera distinta a lo que el realmente siente.

–          pueden
aparecer problemas psicosomáticos, por no poder manifestar sus emociones.

–          auto
charlas y diálogos internos de auto recriminación, por no haber podido decir
NO.

 

 Siempre se puede aprender a decir NO, de buena manera, sin generar
ansiedad ni culpa ni miedo.  Para tal fin se le enseña a la persona Técnicas
de la Terapia Cognitiva. Algunas de ellas son:

 –          Aprender
a identificar los pensamientos irracionales que no le permiten al sujeto poder
decir NO.

–          Reestructuración
Cognitiva: aprender a reflexionar las distorsiones Cognitivas sobre el NO.

–          Técnica
de Moldeamiento: practicar el NO hasta poder expresarlo de manera correcto.

–          Técnica
del espejo: se utiliza para poder ejercitar el NO.

El NO significa solamente NO. La carga emocional que se le agrega al
NO corre  por cuenta de quien lo hace de acuerdo a la forma en que
interpreta la realidad.

El NO, se expresa de manera firme y segura, sin sentir enojo ni malestar.
Además se trata de un derecho humano, a poder decir NO a todo aquello que uno
quiere decir NO. 


 
Psicólogo  Santiago
Gómez
Director de Decidir Vivir
Mejor  y  del  Centro de Psicología Cognitiva

www.decidirvivirmejor.com.ar
/ info@decidirvivirmejor.com.ar

Tweeter: @PsSantiagogomez / www.facebook.com/ps.santiagogomez

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