Muebles de alta calidad: el cuidado que se merecen
Por Liliana Mestanza, Team Desing, Fontenla,
www.fontenla-furniture.com
La atención y el mantenimiento habitual de los muebles finos pueden asegurar
su belleza por muchos años. Además de manchas y rasguños accidentales, los
muebles de madera son susceptibles a factores ambientales, tales como la luz,
humedad y polvo. La clave para una larga vida de nuestros muebles es la
limpieza. Pero el desconocimiento de algunos efectos de ciertos recursos
limpiadores en determinados modelos, podría provocar un deterioro aún mayor. Es
importante atender algunas sugerencias prácticas para crear un mejor ambiente
para sus muebles.
Un minuto de prevención, toda una vida de protección
Una de las mayores virtudes de los muebles de madera es que un simple toque
puede devolverles su aspecto original.
La madera es una material natural con variaciones de color, configuración, malla
y estructura del grano. Cada pedazo individual de los muebles tiene marcas
características. Algunas partes plásticas de computadoras, calculadoras,
teléfonos y otros productos, tales como carpetas o cuadernos de vinilo,
contienen un agente de plastificación que puede decolorar o ablandar el acabado
de laca de los muebles finos. Siempre se debe usar un tapete debajo de estos
artículos para prevenir la decoloración o ablandado de la laca. Los artículos
tales como vasos, floreros, tazas y platos calientes deben tener adecuadamente
un tapete bajo ellos. Es importante tener presente siempre levantar los objetos
en vez de arrastrarlos sobre el acabado.
Con respecto al ambiente es conveniente mantener el espacio en el que se
encuentran sus muebles debidamente humedecidos. La carencia de humedad,
generalmente en los meses de invierno o en climas secos, puede hacer que ciertas
chapas se agrieten. La madera agradece cierta temperatura y humedad (alrededor
de 22º C con un 40 por ciento de humedad). La madera no debe situarse cerca de
los aparatos de calefacción o de aire acondicionado. Éstos quitan la humedad
necesaria de sus muebles y la extraen hacia fuera.
El blanqueado solar ocurrirá cuando los muebles de madera se exponen a la luz
del sol. Los rayos solares ultravioletas dañan el acabado y blanquean la madera
por dentro. Aunque algunos blanqueadores de madera son utilizados por su
capacidad de suavizar y enriquecer los tonos, la exposición excesiva a la luz no
es generalmente buena para los muebles de madera. Por esta razón, hay que
intentar evitar colocar muebles en luz del sol directa y redistribuir los
accesorios de vez en cuando para prevenir cambios de tono.
Por otra parte, la exposición prolongada a la luz solar puede causar
agrietamiento del acabado de los muebles de madera. Acabados transparentes
pueden opacarse en respuesta a la luz excesiva. En casos severos, la exposición
excesiva a la luz puede causar el resquebrajamiento de la estructura celular de
la madera.
Los daños causados por la exposición a la luz son acumulativos e irreversibles.
Por lo tanto, los esfuerzos para controlar la exposición excesiva a la luz y a
los rayos ultravioletas, o al menos la reducción de luz solar recibida en una
sola pieza o sección de un mueble valdrán la pena.
Otra cuestión no menos importante es el desplazamiento de los muebles. Hay que
tener mucho cuidado al moverlos y conseguir suficiente ayuda para levantarlos en
vez de empujarlos lateralmente, ya que esto causa tensión en las ensambladuras,
especialmente en las patas. Lo aconsejable es levantar las mesas por la base o
patas en vez de la sobremesa, ya que ésta puede desprenderse o aflojarse.
Levantar las sillas por la base del asiento en vez de los brazos o la parte
posterior del espaldar.
Cuando se transporten muebles en un vehículo, conviene acostar los muebles en
sus espaldas o bases en vez de las patas. Remover las sobremesas de mármol
cuidadosamente y transportarlas o almacenarlas en sus costados, al igual como se
haría con un espejo.
Sólo desempolvarlos, la garantía de una larga vida
Para el mantenimiento de los muebles, es recomendable no usar ceras de
silicona, aceite de limón u otros pulimentos aceitosos. Los muebles de alta
calidad tienen acabado protector de la laca que no requiere ningún cuidado con
excepción de desempolvarlos. Es aconsejable la aplicación de una pasta de
carnauba de calidad (tal como la cera en pasta) para proporcionar la protección
adicional contra los rasguños y los derramamientos. La frecuencia con que se
aplique la cera depende de cuanto desgaste reciba el mueble. Un escritorio o la
superficie de una mesa pueden encerarse cada tres meses, una mesa ocasional cada
seis. Los lados y los frentes de un escritorio, de una mesa o de una cómoda
puede que nunca sea necesario. Antes de aplicar la cera, los muebles deben
siempre estar limpios. Para derrames de comidas conviene usar un paño o esponja
que haya humedecido en una solución de agua con jabón suave (sin amoniaco). Para
las manchas y las acumulaciones aceitosas, se debe limpiar con un paño
humedecido con un jabón diseñado específicamente para los productos de madera.
Hay que recordar seguir las directrices de los fabricantes al usar un limpiador
de este tipo. El secado del mueble debe realizarse totalmente con un paño limpio
y suave. Luego se debe aplicar una película fina de la cera a la superficie,
trabajando un área pequeña a la vez. Hay que frotar en la misma dirección que la
veta de madera, para después pulimentar siempre con un paño suave, seco. Si está
pulimentada demasiado fuerte, la cera puede alterar el nivel del brillo de los
muebles.
Los muebles deben ser desempolvados periódicamente con un paño suave, húmedo sin
pelusa, secándolos de inmediato con otro paño suave y seco. No se deben utilizar
productos de limpieza que contengan silicona. La silicona puede dañar las lacas
y puede dificultar en gran medida una futura restauración. El aceite de limón y
otros pulimentos a base de aceite se deben también evitar porque atraen el polvo
y la arena, y causan una película nebulosa en el acabado.
Cuando alguna sustancia se derrama sobre un mueble, nunca debe eliminarse con un
paño, sino que debe absorberse de inmediato. Si se derrama perfume o quita
esmalte, no se debe pasar un paño sino que hay que dejar que se evapore y
absorba el líquido. La laca ablandada por los agentes químicos debe volver a su
estado normal cuando se haya evaporado totalmente dicho agente químico. Luego se
debe dejar secar el área, frotarla con un compuesto fino para pulir automóviles
y después aplicar una capa fresca de cera. Si cayese cera de vela sobre la
superficie acabada de la madera, se puede sostener un cubo de hielo sobre la
cera para endurecerla. Enseguida se debe absorber el agua y usar una espátula
roma plástica para eliminar la cera sin tocar la madera. Suavemente raspar toda
la cera restante y frotar el área con cera para muebles a fin de reemplazar la
película protectora. Los acabados texturizados y pintados con brocha que tienen
un acabado de lustre cáscara de huevo no deben encerarse o pulirse ya que
adquirirán un mayor brillo no recomendable. Para fines de limpieza, usar una
solución de agua y jabón suave, luego secar el mueble con un paño suave y limpio
inmediatamente.
Ahora ya se está preparado para cuidar del mobiliario de madera. No hay
que desanimarse si no se logra hacer desaparecer una muesca o rayón por
completo. Los signos de uso pueden añadir cierto carácter y encanto a una pieza
de madera, y normalmente son muy poco notorios. Cualquier pieza de madera, ya
sea un vestidor, una mesita de café, una biblioteca, un escritorio o la mesa del
comedor, son perfectos para cualquier hogar.