Los chicos y la decoración de su cuarto
Fuente: Colorshop, www.colorshop.com.ar
Tradicionalmente, quienes decoraban la casa y elegían los colores para cada
habitación eran los padres.
Sin embargo, los cambios culturales y las nuevas generaciones han traído consigo
otras costumbres y formas de relacionarse con los hijos, abriendo el juego a una
mayor participación e intervención de los chicos en las decisiones familiares.
Un excelente ejemplo lo constituye la decoración de sus habitaciones.
A partir de los 3 o 4 años de edad, los chicos ya pueden y deben opinar aunque
más no sea sobre algunas cuestiones básicas. Incluso, muchos manifiestan
preferencias o interés por algún color particular, un diseño o un personaje.
Esto es así porque como para los adultos, la habitación resulta un lugar muy
especial. Además, sobre todo para los más pequeños, es un espacio que guarda
como tesoro nuestras aventuras, nos sirve de refugio y se trasforma en tantas
cosas como la imaginación lo permita.
Desde temprana edad, los niños hacen de su habitación un mundo propio, de
fantasía.
Con los años aunque los estilos cambien o haya que compartir el espacio, el
dormitorio nunca deja de constituirse como un espacio personal, en el que de
alguna manera, gozan de cierta intimidad y autonomía.
Si sabemos aprovechar bien esa primera sensación de poder y libertad que les
genera contar con un lugar propio, podremos lograr que lo cuide con cariño
recogiendo sus juguetes, haciendo la cama, determinando un lugar para cada cosa
a través del juego, y facilitando el desarrollo de su personalidad y su
creatividad.
Un primer paso: El Color.
Los colores son estímulos visuales, que pueden generar diversas reacciones en
nuestro organismo y en nuestro estado de ánimo. Según los estudios del color,
los efectos se deben a nuestra percepción de las distintas
frecuencias de onda de luz, dentro del espectro visible, que inciden sobre la
materia. Por lo tanto, el color no es una característica de una imagen u objeto,
sino una apreciación subjetiva, una sensación que se produce en respuesta a la
estimulación del ojo y de los mecanismos nerviosos. Por esa apreciación
subjetiva es que los colores ejercen cierta influencia sobre nuestro
comportamiento y pueden influir negativa o positivamente en nuestro estado, a
través de las sensaciones que nos puedan ocasionar.
El origen de estas aparentes propiedades no está en los propios colores sino en
la asociación mental que, de forma natural e inconsciente, hace el ser humano
como consecuencia de un aprendizaje cultural heredado.Y si bien existen
diferentes teorías sobre la psicología del color, todas definen características
comunes para cada tono; en su mayoría, producto de convenciones sociales.
Como los colores influyen en nuestra energía y en nuestro estado de ánimo, por
lo que al momento de elegirlos bien vale la pena que les dediquemos algo de
tiempo.
Una buena idea para que los chicos participen en el tema es proponerles que
dibujen en un papel su dormitorio y lo pinten del color que les gustaría que
tenga. También pueden elegir los colores en familia, inspirándose en alguna
historia o lugar que a todos les guste mucho.
Incluso, los más osados pueden animarse y reproducir algún objeto en la pared:
un árbol, un avión, o la puerta de un castillo de hadas. Y sino, siempre hay
alguien en la familia que tiene mano para copiar algún personaje animado. Por
todo esto, es muy importante que el cuarto sea un lugar agradable donde los
chicos disfruten pasar el tiempo.
Decorando con colores.
Una buena manera de añadir color a la habitación es pintando el mobiliario,
por ejemplo con flores, personajes o dibujos infantiles, etc.
Para probar el éxito de un color en el cuarto infantil, pinte un pedazo de
cartón, una tabla de espuma o una cartulina con el color que esta considerando.
Ponga el cartón en diferentes áreas de su hogar y déjelo un rato. Eso lo ayudará
a decidir donde queda mejor el color y donde necesita un matiz diferente para
que quede bien.
Si una habitación se siente muy fría, trate de cambiar la iluminación a un
suave rosado o amarillo.
Infaltables en el cuarto infantil
* Armar un mural, pintando una tabla o utilizando una base de corcho,
donde puedan ubicar las pinturas y trabajos que realicen los chicos en el
jardín, la escuela o en casa, además de fotos y otros recuerdos. Los objetos que
ellos crean le otorgan al lugar un rasgo de identidad muy importante.
* De ser posible, se recomienda no instalar la televisión o la computadora en su
cuarto. Estos aparatos transmiten mucha radiación y además, usados en solitario,
los alejan del entorno familiar.
* Acompañar sus actividades con música: es un gran estímulo, facilita el
desarrollo del lenguaje, incita al baile y mejora la sociabilidad de los chicos,
aparte de ser divertida y relajante.
* Crear rincones para diferentes actividades. Una estantería para los libros, un
baúl para los juguetes, una pizarra para dibujar, enseñar y aprender
También se
puede reservar un rincón del cuarto para sus manualidades.