Diferencias en la crianza de nuestro hijo
Por Lic. Marisa Russomando, Psicóloga, Directora del espacio
La Cigüeña, www.espaciolc.com.ar
Al mismo tiempo que recibiste la noticia del embarazo su sumó
a tu lista de compromisos una responsabilidad más. Tal vez la más maravillosa e
inquietante de tu vida: cuidar y criar a tu hijo.
Ya desde el embarazo esto toma incidencias en tu vida cotidiana: dieta, descanso
y controles médicos con un solo destino: lograr un embarazo y parto saludables y
brindarle a tu bebé el mejor nacimiento posible.
Seguramente en esta etapa con tu pareja acordaron sin mayores dificultades
acerca de los recaudos a tomar. Disfrutaron de cada ecografía, fantasearon
juntos sobre cómo sería la vida luego de la llegada del pequeño, eligieron el
nombre y se emocionaron en el momento del parto. Luego de los días de
permanencia en el sanatorio comienza realmente esa etapa a la que todos definen
diciendo te cambia la vida
nuevos horarios, nuevas rutinas y nuevos estados de
ánimo.
Muchas veces estos cambios en el estado de ánimo responden a cambios hormonales
(estrógeno y progesterona) que han incrementado sus niveles durante el embarazo.
Luego del parto estos niveles bajan, y el organismo debe adaptarse a los nuevos
registros y ello ejerce modificaciones sobre las emociones. Pero lo hormonal no
explica todo lo que en ese período sucede: el cansancio del parto, las pocas
horas de sueño, la necesidad de la madre y la pareja en sí misma de tiempo y
espacio para adaptarse a la nueva situación, algunos roles nuevos que enfrentar
y ejercer, cambios de hábitos y costumbres dentro de la pareja, encarar acuerdos
familiares novedosos, la pasividad repentina en relación a lo laboral, más
aquellos rasgos singulares de cada mujer y cada pareja que se juegan en este
momento tan especial.
En este tiempo es frecuente escuchar que aquellas parejas que habían logrado una
convivencia en armonía, experimenten las primeras discusiones que contaminan un
poco la enorme felicidad de un sueño cumplido: ahora son mamá y papá.
Por qué sucede esto?
La conformación de la pareja propiamente dicha establece el primer paso
en la adultez de la vida individual hacia la vida compartida. Para ello
seguramente hubo de ambas partes concesiones, resignaciones, negociaciones y
actos de amor. Pero a diferencia de lo que luego sucede en torno a la
organización familiar es que aquellos rasgos más propios pueden quedar por fuera
de los cuestionamientos ya que en última instancia se trata de acercarse al otro
respetando los fundamentos singulares.
El siguiente paso será la transformación de esa pareja en familia. El
riesgo de este paso es que la pareja se desdibuje en el marco familiar,
perdiendo autonomía, códigos comunes y rasgos propios. La idea sería que la
misma se incluya en una estructura más amplia en donde participan la llegada de
los hijos pero conservando su entidad propia; es decir, su tiempo, su espacio y
sus códigos.
En esta transformación hay un nuevo desafío: acordar acerca de los
lineamientos generales de la crianza del pequeño.
Se trata de dos personas con su historia familiar e individual, sus vivencias,
sus modelos y experiencias que confluyen en cada decisión y posición tomada en
relación a la crianza.
Estas diferencias pueden ser débiles o extremas según las líneas ideológica-
filosóficas de cada familia de origen.
En el primer caso las claves serán la buena comunicación y el respeto por el
otro, logrando puntos intermedios con más sencillez.
Lo difícil surge del segundo escenario posible: madre y padre con estilos muy
diferentes o más aún antagónicos respecto del modelo de crianza a seguir.
Sugerencias
Entablar diálogos sinceros con tu pareja en los que se desarrollen los puntos
más importantes de la crianza para
Cada uno
Ceder con sinceridad ante temas que son muy importantes para el otro y no lo son
para uno
No discutir o desautorizar al otro delante de los niños
Lograr acuerdos anticipatorios en relación a situaciones cotidianas
Delegar tareas en el otro, sin interferir siempre en la modalidad en la que se
desarrolla
Escuchar cómo otras parejas resuelven situaciones similares
Reflexionar juntos sobre diferentes alternativas en las situaciones de mayor
conflicto y/ o de mayor frecuencia
Buscar ayuda profesional de orientación a padres
Temas más frecuentes que generan diferencias
Puesta de límites
Organización de rutinas
Lugar de la religión en la crianza
Estilo de educación formal a elegir