La aromaterapia aplicada a problemas respiratorios
Por Karina Parada, Directora Deva’s
www.devas.com
La aromaterapia es un tipo de tratamiento alternativo que emplea aceites
esenciales o líquidos aromáticos de plantas, cortezas, hierbas y flores, los
cuales se aplican en la piel, se inhalan, se ingieren o se añaden al baño con el
fin de promover tanto el bienestar físico como psicológico.
En ocasiones, se pueden usar en combinación con masajes y
otras técnicas terapéuticas como parte de un enfoque holístico de tratamiento.
La aromaterapia ofrece diversos beneficios al tener
propiedades analgésicas, antibióticas, antisépticas, astringentes, sedantes,
expectorantes y diuréticas y puede tratar una amplia gama de síntomas y
condiciones físicas como los malestares gastrointestinales, las condiciones de
la piel, dolor menstrual y las irregularidades, las condiciones relacionadas con
el estrés, trastornos del estado de ánimo, problemas circulatorios, las
infecciones respiratorias entre otras.
Además de estos beneficios físicos, la aromaterapia
también ofrece beneficios psicológicos, ya que la volatilidad de algunos
aceites o facilidad con que se evapora en el aire tiene un efecto calmante que
facilita la relajación.
Desde hace algunos años, aceites esenciales como eucalipto, menta y tomillo han
sido agregados como ingredientes de jarabes, pastillas, ungüentos, tés y hasta
gomas de mascar pues han podido demostrar que mejoran la actividad respiratoria
de las personas que ingieren o inhalan estos aceites esenciales.
De hecho hemos estado utilizando aromaterapia sin saberlo, dado que su
definición se refiere al uso de aceites esenciales aromáticos para mejorar la
salud.
Las propiedades que hacen que algunos de los aceites
esenciales como los anteriormente mencionados sean muy útiles en enfermedades
respiratorias son:
– Antisépticos
– Antivirales
– Antibacteriales
– Desinflamatorios
– Despejan las vías respiratorias
– Fluidifican las secreciones
– Aumentan las defensas del organismo
Los aceites pueden utilizarse en diferentes maneras:
– Vaporizaciones
– Hidroterapia
– Inhalación directa
– Uso externo en masaje sobre el área a tratar (pecho, espalda, cuello, pies)
Para utilizarlos sobre la piel debemos diluirlos en agua o con otros aceites
llamados vehiculares, entre los cuales están el de oliva, soya, uva, jojoba y
girasol.
Pueden ser usados en su forma pura en vaporizaciones e inhalación directa.
Algunos padecimientos en los que se ha demostrado su efectividad son:
– Bronquitis
– Gripe
– Resfriados
– Tos
– Faringitis
– Laringitis
– Amigdalitis
– Sinusitis
– Asma (bajo vigilancia médica)
Cada aceite posee características y propiedades particulares por lo que
es muy importante documentarse antes de utilizarlos sobre todo en padecimientos
crónicos o graves. Se aconseja que antes de colocar aceites esenciales sobre la
piel, realizar una prueba mediante la aplicación de una pequeña cantidad de
aceite diluido detrás de la muñeca y cubriéndolo con un vendaje o tela por un
máximo de 12 horas. Si se produce irritación o enrojecimiento, el aceite debe
diluirse más y si en una segunda prueba continua la irritación, deberá evitarse
por completo.
En el caso de los niños, las mujeres embarazadas o
lactantes, resulta necesario antes de usar aceites esenciales tanto interna
como externamente, consultar con un especialista en el área de la aromaterapia.
Los individuos que sufren de alguna enfermedad crónica
deben informar al médico antes de comenzar el tratamiento con cualquier aceite
esencial. Las personas asmáticas no deben usar la inhalación de vapor de
aromaterapia, ya que puede agravar su condición. Los aceites esenciales son
inflamables, y debe mantenerse lejos de fuentes de calor.