El jabón líquido, protagonista en el cuidado de la belleza
Por Paula Schaievitch
La piel es el órgano más extenso del cuerpo, nos protege, nos
conecta con el medio, permite transmitir emociones, pero también es el primero
que evidencia los cambios visibles del paso del tiempo.
Muchas de las causas de aparición de estas señales se deben a factores
genéticos, sin embargo, el aporte de causas externas actúa como determinante a
la hora de evaluar la calidad de la piel y su aspecto. Es debido a ello, que el
cuidado y la prevención pueden neutralizar el envejecimiento.
Para las mujeres, el cuidado de la apariencia no se trata sólo de una cuestión
atribuible a la vanidad personal; el cuidado responsable del aspecto físico
provee beneficios que impactan en todos los ámbitos de su vida.
La ciencia cosmética avanza para dar respuestas cada vez más efectivas al
cuidado de la piel.
La fisiología normal de la piel
La piel está formada por tres capas superpuestas que, desde la superficie a la
profundidad son: la epidermis, la dermis y la hipodermis o tejido graso
subcutáneo. Se agregan los siguientes anexos cutáneos: aparato pilo sebáceo,
glándulas sudoríparas ecrinas, glándulas apócrinas y uñas.
La epidermis constituye la capa más importante desde el punto de vista
cosmético, ya que es la región que tiene contacto con el producto. Provee
resistencia y protección a la piel. Está formada por células que se renuevan
constantemente y que funcionan como fábricas de proteínas, sustancias de
defensa y pigmentos.
A medida que la edad cronológica cambia, el funcionamiento de estás células
disminuye, por ello se desarrollan productos que complementen la actividad
metabólica de las mismas.
A partir de los 20 años de edad, la piel necesita cuidados para prevenir la
aparición de signos de envejecimiento temprano, tales como arrugas, manchas,
sequedad, engrosamiento y descamación.
Pasos para el cuidado cosmético
En cualquier manual de cosmetología se pueden leer los pasos básicos para el
cuidado de la piel:
Higiene
Tonificación
Corrección
Protección
En general, se señala el de corrección como líder en el tratamiento (crema
antiedad, suero para el contorno de ojos, emulsión para el cuidado de la
celulitis, etc). A la pregunta ¿cómo te estás cuidando la piel?, la respuesta
está dirigida hacia esa familia de productos.
Sin embargo, ¡esto es un error! El paso más importante es el paso inicial, la
higiene de la piel. No se trata sólo de la limpieza.
Sobre la epidermis existe una emulsión fabricada por nuestras células, la
emulsión epicutánea. Sobre la misma coexisten partículas de smog, detritus,
células muertas, el sebo producido por la glándula y la flora bacteriana que van
creando un ámbito propicio para iniciar un proceso de oxidación del tejido.
La higiene tiene como función eliminar todos los agentes que afectan la salud
epitelial.
Un dato revelador de la importancia de este paso es que la palabra higiene
proviene del griego HIGEA que significa sano.
Por eso, la elección del jabón es de gran importancia: a través del mismo se
puede lograr la remoción de todas las sustancias que afectan al buen
funcionamiento de la piel. Concluida esta etapa, la piel tendrá un estímulo para
renovarse y crear una nueva emulsión epicutánea.
Una verdad líquida, el mejor jabón para el cuidado de la piel
No todos los jabones son iguales, muchos atributos compiten para un producto sea
el elegido.
Los jabones líquidos aportan atributos químicos y sensoriales que los convierten
en la mejor alternativa cosmética.
El jabón líquido LUX Degústame posee una fórmula exclusiva que combina las
propiedades de limpieza de los tensioactivos, la acción emoliente de la leche en
polvo y el extracto de vainilla con las cualidades calmantes de los extractos de
guaraná, kiwi y lima y la novedad del extracto de vino tinto. De esta manera, el
producto ofrece un balance ideal para la higiene, dejando la piel aterciopelada
y protegida.
Clínicamente probado para demostrar su seguridad cosmética para la piel, LUX
Degústame en su versión líquida actúa en el rango de pH fisiológico, respetando
la acidez natural de la piel. El balance de sus activos garantiza la seguridad
de su uso.
Una realidad que escapa a la química, la magia
Si bien la higiene constituye una acción benéfica desde el punto de vista
biológico, a la hora de elegir el jabón se deben poner en juego otras variables
que contribuyen a generar bienestar.
No sólo elegimos un jabón porque su fórmula responde a las necesidades de la
piel. Un factor emocional, un estímulo sensorial nos dirige a definir la
búsqueda.
La mujer busca sentirse única, bella, deseada y de esta manera se siente segura
y se anima a enfrentar los desafíos cotidianos.
Envolver la piel con gotas de frescura y sensualidad, con un aroma que embriaga
gracias a LUX Degústame es posible, pero esto no se puede explicar a través de
una fórmula química únicamente.
La Lic. Paula Schaievitch es Química con especialización en Química Cosmética.
Posee un amplio expertise en SPAs y bañoterapias en general. Reconocida
periodista científica, fue columnista del programa Centro de Estética de
Utilísima Satelital a cargo de las novedades del mercado de la cosmética desde
la perspectiva química.
Actualmente es Secretaria General de la Asociación Argentina de Químicos
Cosméticos y Directora del centro de belleza Icono Cosmética.