Habitación juvenil, un mundo propio
Por Gabriela Reggiori, DeChicos.net
www.dechicos.net
El cuarto de un adolescente, es mucho más que la decoración.
Es un símbolo de la evolución de la identidad del joven y de alguna manera
refleja el comienzo de su desarrollo hacia la adultez.
Llegados los 10 años los niños entran en una etapa preadolescente en la
que necesitan distanciarse de los padres. Empiezan a ser muy concretos con
aquellas cosas que les gustan y definitivamente quieren decidir sobre aquello
que está o no dentro de su habitación.
Allí colocarán elementos que los identifican, y que hablen por sí solos de sus
gustos y aficiones personales. La tarea de los padres es acompañarlos sin
imponer su voluntad, solamente para contribuir a que la estética sea práctica.
En esta etapa, desaparecerán los detalles infantiles, los dibujos y las
imágenes o muñecos y vendrán con ellos, los DVDs, CDs, libros, y juegos de la
computadora. Seguramente, las paredes se llenarán de leyendas de sus grupos
musicales y deportistas favoritos. También es probable que ellos quieran
realizar su propia distribución dentro del cuarto comenzando por eliminar la
zona de juegos. Un sofá o una butaca van perfectos en el rincón que elijan para
realizar sus trabajos, donde podrán incluir la computadora y sus accesorios. Las
consolas de juegos son un tema especial, particularmente en el cuarto de los
varones. Estos equipos requieren, además de un espacio donde estar ubicados, una
conexión con la televisión que implica el diseño de un mueble apropiado que no
deje cables a la vista, no sólo por una cuestión de estética sino también por
seguridad. Las nuevas consolas de juegos virtuales como la Wii demandan espacios
determinados para jugar, entonces es imperativo atender el diseño del mobiliario
para que se adecue a esta nueva necesidad.
La tendencia actual en adolescentes destaca muebles de líneas netas en
general. Hay mucho juego con el color: predominan las líneas modernas con
colores saturados. Para las adolescentes se aplica mucho el blanco con colores
pasteles para las más románticas y el blanco con colores vibrantes para las más
pop. Para los varones predomina el blanco con colores fuertes, los lustres con
tonos fuertes o los lustres con elementos tecnológicos.
Es importante pensar los dormitorios adolescentes como "pequeños mundos
privados" para que no sólo sean un lugar para dormir sino que les permita
invitar amigos, estudiar, escuchar música o mirar tevé en un espacio que sea
exclusivamente de ellos.
Hay que buscar la iluminación adecuada. Un cuarto adolescente debe
considerar luz de lectura y también alguna opción para momentos de relax.
Un punto fundamental: ser previsor en cuanto al orden. Elegir estanterías
o cajas (hoy el mercado ofrece una amplia variedad) que estén al alcance de la
mano y sean prácticas para mantener la organización del ambiente. Existen
diseños adecuados que se adaptan a diferentes utilidades como los muebles en
módulos, que se pueden ir armando según proponga cada rincón.
En el comienzo de la adolescencia la habitación para los niños es su propio
refugio privado, un santuario interior, un anclaje, un lugar en donde se
sienten protegidos y viven su proceso de intimidad.
Por lo tanto, el lugar en el que suelen pasar muchas horas allí dentro debe ser
luminoso y confortable, ya que en el cuarto dormirán, jugarán y compartirán
tiempo con sus amigos, escucharán música y realizarán las tareas escolares.
Como es su propio mundo es importante consensuar la decoración y permitirles
que ellos decidan, para que puedan sentirse a gusto y disfruten de su pequeño
mundo.