La biología de cada piel está escrita en los genes, pero la personalidad de cada una se va modulando según los años. Así que sea cual sea su identidad, la historia que vive le hace ser de una manera u otra. En estas bases se sustenta la epigenética. Se puede decir que la piel es “ella y sus circunstancias”.
En el núcleo de las células se encuentran los cromosomas; un larguísimo filamento de ADN compuesto por miles de genes con información codificada que, al ser leída, genera proteínas, entre ellas las responsables de la juventud de la piel. Así, nuestro cuerpo, nuestra piel y su apariencia es producto de la expresión de los genes. Pero ahora sabemos que el entorno, el estilo de vida, las emociones…en definitiva, nuestra historia, determina la aparición de factores epigenéticos, como la metilación del ADN o la síntesis de ciertos micro RNA que, sin modificar nuestros genes, se adhieren a ellos y alteran su código.
La epigenética es una ciencia emergente estudia de qué manera el entorno y el modo de vida influye en los mecanismos bioquímicos que regulan los genes. Son muchos los estudios relacionados con esta disciplina, así la epigenética ha resultado ser una ciencia clave en la búsqueda de soluciones a enfermedades como el cáncer o el Alzheimer.
La epigenética es un nuevo territorio de investigación que abarca el conjunto de los mecanismos que controlan la expresión de los genes y la síntesis de las proteínas, pero que va más allá, pues tiene en cuenta también las emociones y cómo éstas se imprimen en la piel. Se trata de un horizonte prometedor que dará mucho que hablar en el campo de la cosmética antiedad.
Uno de los mayores campos de aplicacion de la epigenética actualmente se desarrolla en el campo de la cosmética. En poco tiempo seremos capaces de descifrar el lenguaje que gobierna la expresión de multitud de genes, y en concreto, de explicar el proceso de envejecimiento.
Los científicos han demostrado que los factores más relevantes de la epigenética están íntimamente ligados con el proceso de envejecimiento del organismo. En definitiva, la epigenética abre nuevo camino para explicar el proceso de envejecimiento influenciado por el ambiente.
Los genes están involucrados en el cronoenvejecimiento. La síntesis de proteínas de determinados genes cambia en función de la edad. Todo apunta a que estas diferencias en los patrones de expresión se centran concretamente en 25 genes implicados en el envejecimiento cutáneo. Éstos contienen información imprescindibles para la síntesis de ciertas proteínas localizadas en la superficie de la piel, de las que depende la suavidad, la tersura y la formación de las arrugas.
La epigenética permite reconectar los mecanismos de juventud de la piel. La cosmética epigenética incorpora complejos inteligentes que modulan la aparición de determinados factores epigenéticos evitando que los genes se apaguen, la producción de proteínas se normaliza y la piel recupera su juventud.
La cosmetología avanza a pasos agigantados. Gracias a la epigenética, es posible influir en el comportamiento de los genes para mejorar su rendimiento. Fruto de este avance ha nacido una nueva generación de cosméticos antiedad que son capaces de adaptarse a la historia de cada piel. En base a este descubrimiento se han desarrollado nuevas fórmulas que permiten maximizar la eficacia de los tratamientos.
Gracias a la epigenética, los científicos de CHANEL han inaugurado una nuevo concepto que se conoce como “biología del yo”. En nuestro país Keynaut trabaja duro en este campo. Ha aislado y patentado un penta-péptido epigenético biomimético de fórmula exclusiva (epigenroyaltina p5tm). El principio activo más potente visto hasta ahora, que ayuda a la renovación celular evitando la aparición de arrugas.