Historias en la nieve: esquí y snowboard

Con la llegada del invierno, la nieve se convierte en la
protagonista de la temporada. El esquí y el snowboard son las actividades más
populares a la hora de deslizarse desde las cumbres.

El esquí es una actividad muy antigua que consiste en
deslizarse en la nieve con dos tablas angostas bajo los pies, empujándose hacia
delante con la ayuda de dos bastones.
Tuvo sus inicios hace más de mil años en los países nórdicos como medio de
transporte de cazadores y pastores; y con el transcurso del tiempo, la actividad
fue convirtiéndose en un deporte. La incluyeron en los Juegos Olímpicos de
Invierno en 1924, y a comienzos de la década del ’30 se realizó el primer
campeonato en Argentina, en el Cerro Otto de San Carlos de Bariloche.

Existen dos tipos de esquí: el Alpino y el Nórdico. El primero,
procedente del centro de Europa, comprende pruebas de velocidad en pistas de
declive muy acentuado. Entre ellas, el slalom es la más popular. Implica un
recorrido de descenso y en zigzag, señalado por banderas clavadas en la nieve.
El esquí Nórdico, nacido en Noruega y en otros países de Europa septentrional,
trata de carreras de fondo (de 18 a 50 kilómetros) sobre pistas con subidas,
descensos y llanuras.

Otra actividad muy popular en la nieve es el snowboard. Este deporte
consiste en deslizarse en la nieve parado sobre una sola tabla más ancha que los
esquíes. Dentro de los diferentes estilos se puede practicar en velocidad,
descendiendo desde la cima de una montaña, o en un snowpark (parque
especialmente diseñado con rampas y barandas para realizar saltos y pruebas de
equilibrio), o bien en la calle haciendo uso de escaleras y monumentos públicos.

El snowboard adquiere cada vez más adeptos. Sus inicios (provenientes del
esquí y con influencias del skate y el surf) se remontan a 1965, cuando el
ingeniero norteamericano Sherman Poppen inventó el Snurfer. Inspirado en cómo
sus hijas jugaban con un esquí, creó una tabla con una cuerda en un extremo que
ayudaba a mantener el equilibrio. Con el paso del tiempo los diseños fueron
evolucionando, hasta que salieron al mercado las primeras boards con fijaciones.
La actividad creció simultáneamente en Norteamérica y en Europa; y a mediados de
los setenta llegó a la Argentina.

En la actualidad, las tablas se construyen en madera laminada con fibra de
vidrio y fijaciones que ajustan las botas del rider. Además los extremos están
curvados hacia arriba para sortear los obstáculos en la nieve con mayor
facilidad.

Tanto el esquí como el snowboard son actividades de riesgo y las medidas de
seguridad son muy importantes. Sobre todo para los aficionados a la altura
de la montaña. Es imprescindible llevar una mochila con elementos como una pala,
una soga, handys o teléfonos celulares, y por supuesto un casco e indumentaria
de Goretex o Ultratex para prevenir la hipotermia. Si el recorrido es largo, se
deberá agregar alimentos y agua.

La nieve no solo es una estación del año, hay quienes hacen de ella un estilo de
vida.

Escapas Argentinas,
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