Girl World Daily: por puro gusto

Embellece tu espacio

From the Editors of Girl World Daily

¿Tu cuarto es una zona de desastre? ¿O sólo está un poco desordenado? En cualquier caso, te sentirás muchísimo mejor cuando esté bien ordenado. Súbele a la música y ¡a trabajar!

A la basura
Primero lo obvio: latas de refresco vacías, kleenex usados, sándwiches petrificados… todo eso va a la basura. Después, lleva todos los platos, cubiertos y vasos al lavabo de la cocina. Luego mete toda la ropa sucia en una canasta para ropa sucia.

Prepárate: Ahora viene lo difícil. Llegó el momento de despedirte de lo que ya no usas. Dales un beso de despedida al montón de diademas descoloridas de puntitos que no te has puesto desde kinder. ¿La pulseritas del tianguis? ¿El bote de plumones secos? ¿Tu póster de Dora la Exploradora? Beso, beso, beso… ¡adiós!

Si tienes cosas en buenas condiciones, pero que ya no te quedan o que nunca vas a usar, ponlas en una caja para donarlas. Oh, oh, ¿te estás poniendo sentimental? Sigue leyendo…

Lo que debes guardar
No puedes ponerte a fuerzas esa minúscula playera del primer año que fuiste al curso de verano, pero guarda tantos recuerdos que tampoco quieres deshacerte de ella… Consigue una caja para guardar las cosas que tienen valor sentimental y ponlas en un clóset.

Recuerda esta palabra para todas las cosas que usas actualmente: Organízate. La mejor manera de lograrlo es agrupando los objetos similares. Agrupa los peluches en una esquina. Pon todos los libros en una repisa. Acomoda tus zapatos en el piso del clóset. Pon todos los accesorios para el cabello en una canasta… ¿captas la idea?

Rapidísimo
Ya casi terminas, pero aguanta un poco más. Toma un trapo y dale una buena sacudida a todas las superficies polvorientas que veas, la parte de arriba del tocador, tu escritorio, el buró… Luego trae la aspiradora y dale una buena aspirada al piso. (Sí, tus padres quizá se desmayen cuando oigan la aspiradora, así que debes estar preparada).

Y dejamos lo mejor para el final: Tiende la cama alisando bien las sábanas, estirando bien la colcha y dejando las almohadas pachoncitas. ¡Fiu! ¿Ya te cansaste? Pues déjate caer en la cama y date un premiecito. ¡Te lo mereces!