El estilo barroco en la decoración
El estilo barroco en la decoración
Por Liliana Mestanza, Design Team, Fontenla,
www.fontenla-furniture.com
Uno de los estilos antiguos que se está incorporando nuevamente al diseño es
el barroco. Se trata fundamentalmente de un estilo decorativo de formas
recargadas, elaboradas y caprichosas. Se puede lograr mezclando elementos y
estilos, pero el resultado final puede verse muy moderno y contemporáneo.
El barroco se caracteriza por el sentido general del movimiento, la energía y la
tensión. Son distintivos la sobrecarga visual y la cantidad de detalles. Se
destacan los relieves y las molduras en los muebles, la variedad de texturas
estampadas, marcos de cuadros cargados de pequeños y ricos detalles, espejos de
tamaño importante, cortinados inmensos y pomposos. Todos componentes del barroco,
un estilo típico y excéntrico, con suntuosas decoraciones para crear un ambiente
sensual, desmesurado, particularmente teatral.
En cuanto a la decoración y diseños de mobiliarios en sí, el barroco sobresale
por sus fuertes contrastes de luces y sombras. En algunas de las aplicaciones de
técnicas de pinturas en las paredes, así como en determinados elementos se le
adhiere a la decoración la espiritualidad. Colores como el verde musgo, azul
petróleo, ciruela y dorado, constituyen la base cromática de cualquier ambiente
de período barroco. Con predominio de fuertes contrastes lumínicos y gamas
brillantes.
Se trata de un estilo que busca la perfección en la decoración espacial, así
como en el diseño de los muebles. Procura otorgarle al ambiente integración,
diversidad, amplitud y riqueza cromática.
Los protagonistas en el estilo barroco son los accesorios como las esculturas,
alfombras, almohadones, tapices, faroles, cuadros, pequeños cofres o cajas de
madera, jarrones, muebles desgastados.
El secreto está en disponer los accesorios en grupos de artículos de uso
similar, como por ejemplo cuadros, muñecas decorativas, toallas, mesas de
diferentes tamaños.
También es necesario para lograr un estilo barroco, apostar por los colores
profundos y la diversidad de materiales y texturas como cuero, metal, madera,
papel maché, terciopelo, para lograr de esta manera un contraste entre ellos.
Lo bueno de este estilo es que podemos mezclar diferentes épocas, culturas o
etnias, utilizando objetos antiguos y objetos de vanguardia.
Detalles antiguos y elementos modernos, una combinación exquisita
Combinar muebles y detalles antiguos con otros modernos, el uso del color y
de objetos ornamentados son moneda corriente en la decoración de hoy en día. El
término barroco, en sus comienzos tuvo un sentido peyorativo, sinónimo de
recargado e irracional, hasta que fue revalorizado a fines de siglo XIX. Los
materiales que usaban en su época para la construcción barroca son los pobres
sin ningún valor, inspirando de todos modos la sensación de majestuosidad y
monumentalidad que caracteriza a la arquitectura barroca. También se han
empleado materiales ricos, como el surgimiento del vidrio de carrá, las
alfombras pérsicas, las cerámicas u otros.
El estilo barroco es totalmente opuesto al minimalismo. A la hora de crear un
ambiente barroco hay que evitar caer en la exageración, por lo que se recomienda
que se utilice una combinación de estilos, donde el barroco sólo se aplique como
pinceladas y acabados.
La combinación del antiguo barroco con lo moderno del minimalismo puede resultar
extraordinaria. Con el barroco se consigue dar calidez y un toque romántico a
los espacios que con el minimalismo puro serían fríos y algo desangelados.
El diseño interior toma cierto dinamismo y vivacidad con piezas como lámparas
y muebles de estilo barroco. Las formas del barroco adaptadas a nuestra época y
a los interiores actuales, dan brillo, crean curvas y destacan colores vibrantes
como naranjas, fucsias y verdes. El contraste del clásico barroco con el
modernismo, lleva calidez y sofisticación a los ambientes, que con esta mezcla
de estilos se vuelven ricos y eclécticos.