El arte de desarrollar la elegancia
Últimamente estoy pensando mucho en esto de ser elegante, tener clase, desarrollar una fuerte actitud que denote seguridad, personalidad y todo aquello que puede acompañarnos a un camino de éxito ¿Sera que soy asesora de imagen?. No solo eso, también trabajo sobre mi misma constantemente, porque sabemos que para enseñar, ayudar y mostrar un camino de excelencia, primero debemos experimentarlo, por lo tanto, constantemente estoy evaluándome a mí misma y analizando cual es la imagen que estoy proyectando a mis clientas y seguidoras.
Una de las palabras que más repercuten en esta materia, es «elegancia». Erróneamente el común de la gente cree que con ella se nace y yo pienso que no es cierto. Para encontrarla, desarrollarla y conocerla, estamos los profesionales como yo que podemos dar una vuelta de timón acorde a lo que la persona quiera lograr como objetivos en su vida, ya sean profesionales o personales.
La palabra elegancia etimologicamente viene del latin «elegantia» y el adjetivo elegante del verbo «eligere» que significa arrancar o quitar y por supuesto elegir y del verbo legere que es algo así como cosechar, recoger. Dicho de esta manera, puedo afirmar que la elegancia consiste en saber elegir lo mejor, lo más fino, lo más sutil.
Hecha esta introducción voy a lo que me compete en este articulo, se le atribuye el termino elegante a toda aquella persona que mantiene códigos de vestimenta delicados, suaves, finos, que no apela a la ostentación para destacarse, que no lleva símbolos de grandes marcas en su atuendo y accesorios y que su forma de comportarse va a acorde a la imagen que transmite. Esto es algo importante a tener en cuenta ya que si bien la imagen es importante, debemos acompañarla con la proyección que enviamos al mundo exterior. De nada sirve ir con el mejor vestido, si no sabemos expresarnos, si no tenemos tema de conversación si nuestros movimientos son torpes y peor aún, si nuestro vocabulario es pobre u ordinario.
Como asesora de imagen, muchas veces las consultas pasan por alto este ítem tan importante en nuestra imagen, las mujeres o hombres que recurren a mis servicios solo quieren verse bien, atraer al sexo opuesto o conseguir determinado trabajo, dando por sentado que ya nacieron con elegancia o en caso contrario, que carecen de ella y es imposible revertir esta situación. Quiero contarles que hay una esperanza, la elegancia se trabaja, se desarrolla, se puede experimentar, dependiendo de las circunstancias de la vida. Hoy vengo a decirte, que no todo esta perdido.
Voy a dejarles pequeños tips para que puedan analizar en que nivel están en cuestiones de elegancia. Lo primero que deben visualizar es lo siguiente:
Cantidad de marcas que se notan en tu vestimenta
Si te gusta la mezcla de estampados con brillos sin importar la ocasión
Si tu tono de voz constantemente es alto
Si te moves y tiras lo que esta a tu alrededor
Si tu vocabulario no es el mejor
Si te vestís como si fueras un adolescente eterno
Entre otros…..
Hoy, les dejo una buena noticia, se puede aprender a ser elegante, la clave esta en identificar todos estos parámetros que hacen a una gran falta de ésta y trabajarlos para comenzar a contar con ellos.
No te olvides que del grado de elegancia que poseas, dependerán los objetivos profesionales y personales que logres conseguir.
Recorda la regla básica de la elegancia, menos es más.