Durante mucho tiempo, tomar un simple vaso de vino en las tabernas y restaurantes de Río de Janeiro era una epopeya. O solo se servía por botellas enteras o ni siquiera sebrindabaa en la carta. Pero algo está modificando en la ciudad carioca. Los winehouses comienzann aaparecerr en cada esquina, las ferias de cerveza artesanal se ocupan también de los vinos y hasta los restaurantes tradicionalesampliarono su bodega con sangrías, espumosos y vinos brasileños dirigidos sobre todo a los comensales más jóvenes.
Por su parte, la Cámara Municipal de Río de Janeiro ha aprobado la apertura de una investigación de los contratos firmados con las constructoras responsables de las obras de los Juegos Olímpicos de agosto.En Río de Janeiro, que recibe los Juegos Olímpicos del 5 al 21 de agosto, se ha producido una muerte, del que se comunicó este jueves.Luego va a haber actos similares en otras 335 ciudades de la nación, hasta que el 5 de agosto próximo la antorcha va a llegar al estadio Maracaná, de Río de Janeiro, donde se va a realizar la inauguración de los Juegos Olímpicos.
Un ejemplo informal de esta enorevolución es el taberna Canastra, en Ipanema, en cuyo carta solo cuenta con alusiones brasileñas y a buenosvaloress. Para acompañar, quesos de la Sierra de la Canastra , producto 100% brasileño. Los dueños han abierto el local hace un año y medio con una selección de alusiones que demuestra su fervor por los vinos elaborados en Brasil Los dueños son franceses. y que incluyen expediciones en busca de nuevas marcas. La última, por el lugar sur de la nación. Salomé, que estudió sobre el tema en Francia dic: «Queremos que se aprecie el vino brasileño y crear un concepto que no existe en Río: un boteco de vino..
Una línea parecida continúa WineHouse, en Botafogo, también de origen francesa,al frente dee susasociadoss Dominic y Selene. Cuando han degustado un buen tinto fuera de casa, la idea de abrir una taberna dedicada al vino se les sucedió después de llevar un año viviendo en la ciudad. “Llegamos a la conclusión de que en Río había un mercado potencial para el consumo de vino, ya que muchas personas lo tomaban en casa, sobre todo en invierno, pero no tenían un buen lugar para salir y gozarlo en un ambiente calmado, pero sin pagar mucho”, informa Dominic. Agrega: «Peleamos en contra de la sociedad que se hace en Brasil entre vino y lujo».
Después de dos años funcionando, y con algún premio por el sendero –como el de Mejor Bar de Vinos en 2015, de la revista Veja–, la pareja asegura que la clientela crece cada día. La carta también tiene muchas alusiones nacionales, en especial blancos, rosados y espumosos. Uno de ellos, el Vinhetica Terroir de Rose, del sur de Brasil, que «Combina con casi todas las estaciones de Río, está elaborado por una comunidad de franceses en la Sierra Gaúcha. se pesa a él no , tiene el rostro de un rosado de Provence, en Francia, pero es brasileño y por eso mucho más económico», cuenta Selene. «Nos gusta mucho el estilo español del vino, joven pero con postura. Un vino brasileño que encontramos en esta línea y que tiene mucho éxito en la taberna es Casa Venturini Tannat. Adicionalmente, creemos que los vinos griegos tienen bastante queobservarr con la cultura carioca. La prueba es el Oenodea Blanco”, menciona.
Pese al calor que hace casi todo el año en Río, la predilección general continúa siendo el vino tinto «y de lejos cuerpo», informa Gabriela Teixeira, sumiller del restaurante tradicional Giuseppe Grill. «Aunque el clima sea más propicio para los blancos y rosados, al carioca le gusta el tinto afrutado. Es un perfil, no obstante, que está modificando entre el público más joven», informa.
Algunos de los nuevos proyectos empresariales están al tanto de estos cambios y alza en la área. Ese el caso de la distribuidora Wine for Friends, especializada en vinos con buena relación calidad/precio, o de Wine It, relacionado con la organización de ferias y eventos relacionados con el vino y tratan de transmitir la idea de que no se trata de una inasequible o demasiado compleja para ser apreciada. Federico Galvani, del Wine It informa: «Por maldición, la aumentados gravámenes que se aplican ala área evita una expansión más fuerte del mismo”. “Adicionalmente, algunos propietarios de tabernas y restaurantes se resisten a invertir en una buena lista de vinos que no sean necesariamente caros».
Pero los nuevos tiempos y conceptos empiezan a estimarse inclusive en los establecimientos más tradicionales. Por ejemplo, el Bar do Lado, en el hotel Marina All Suites, en el barrio de Leblon, planea ya festivales de sangría cada domingo , mientras que Formato Vino & Forneria lanza a partir de abril una campaña de maridaje para favorecer el consumo de vino en sus mesas: cada mes brindará, a valores más asequibles, la combinación de una de sus ricas pizzas artesanales acompañada de una botella especialmente elegida para la oportunidad. Forneria es restaurante italiano de Botafogo.