Cómo cuidar los muebles de madera del jardín
Por Liliana Mestanza, Team Desing, Fontenla,
www.fontenla-furniture.com
Los muebles de jardín aportan estilo y confort a nuestros
espacios exteriores a la vez que requieren de un cuidado especial para mantener
su buen estado y extender su vida útil.
Generalmente están hechos de una dureza especial, por eso se utilizan maderas
capaces de resistir la intemperie sin problemas. Habitualmente, se usan maderas
que tienen alto contenido en aceites que las protegen de la acción de los
hongos, por lo que se puede dejar al exterior durante el invierno.
Ahora bien, estos aceites van desapareciendo con el tiempo, por eso, es
recomendable realizar un mantenimiento periódico e impregnar de nuevo la madera.
Se sugiere aplicar una mano de aceite a la madera en cada cambio de estación, de
lo contrario el mueble podrá resecarse y volverse vulnerable a la acción de los
agentes climatológicos.
La madera más común y más utilizada suele ser la teka pero hay que saber cómo es
y cuáles son sus características si queremos que se conserven adecuadamente y
duren más tiempo.
Madera de Teka
La madera de teka verdadera procede de la especie Tectona Grandis, de la familia
de las Verbenáceas. Proviene de Birmania, Tailandia e Indonesia. Es muy
resistente y duradera gracias a las sustancias aceitosas que la componen. Posee
un color amarillento o dorado, aunque se suele oscurecer con un tratamiento
natural extraído también de este árbol, el aceite de teca. Es una madera de gran
finura y fácil de trabajar, de fibra sólida y densa. No es corrosiva y resiste a
termitas y hongos. Gracias a la impermeabilidad que le proporciona su aceite
(que deberemos aplicar al menos dos veces al año para preservar el aspecto
original de la madera), también resiste a la humedad sin requerir pintura ni
barniz.
Madera de Bankirai (Parashorea)
Procede del sudeste asiático. El color y la composición de esta madera pueden
variar según la zona donde haya crecido el árbol. Al ser una madera con una
dureza media-alta, suele resistir durante muchos años los efectos de un clima
adverso. Presenta una ventaja, no requiere un mantenimiento especial. Además si
queremos que aumente su grado de durabilidad antes de ser embalada hay que
tratarla con aceite. Se recomienda cubrirla en invierno.
Madera de rattan (sintético)
Estos muebles están producidos a partir de fibra sintética que es tensada
alrededor de un bastidor de metal. La característica principal de este tipo es
su durabilidad, ya que resiste bien las diferentes condiciones climáticas y la
luz ultravioleta. Esta fibra no necesita ningún mantenimiento especial y para
limpiarla se puede usar un cepillo, agua y jabón. Se puede dejar durante el
invierno en el exterior.
Madera de nyatoh o balau
Esta tipo de madera proviene de Indonesia y Malasia. El tono varía del rosado al
castaño. Es una madera de dureza media. Si queremos reforzar el color y el
brillo es aconsejable lijar ligeramente la superficie y después poner un poco de
aceite de linaza. Para su mantenimiento lo mejor es realizar un tratamiento
regular con aceite, que le asegura una vida útil más larga. El Spun Poly canvas
es un tejido de poliéster que no destiñe y está acondicionado para ser utilizado
en el exterior. Para su buena conservación hay que hacerlo en un lugar seco
durante el invierno. Otra forma de conservar esta madera es aplicándole un
impregnante como el Cetol una vez por año.
Cuando los muebles han estado expuestos y sin protección pueden presentar un
aspecto ennegrecido y estropeado. En este caso, es necesario llevar a cabo una
serie de técnicas para que recobren una buena apariencia. Es aplicable a
cualquier madera tropical.
Lijarlos para eliminar la suciedad adherida y la capa más estropeada. El mueble
presentará un aspecto más limpio y se aclarará el color.
Aplicar una mano de aclarador de madera. Es un producto que mezclado con agua
penetra en la beta y elimina las manchas negras que producen los hongos. Si es
necesario repetir este proceso.
Por último, extender con una brocha aceite para maderas de exterior por todo el
mueble. Dejar secar y aplicar una segunda mano con un paño.
El resultado es asombroso. Las maderas tropicales resultan algo elevadas de
precio pero son realmente muy resistentes y duraderas a los cambios
climatológicos.
En definitiva, todos sabemos que la madera es un material muy noble que tiene
una larga duración, pero también es muy delicada al estar en contacto con el
sol, la lluvia o la humedad. Por esta razón, si queremos que siempre se mantenga
bien, debemos dedicarle una vez al año un poco de nuestro tiempo para que sigan
luciendo.