Cómo cuidar al órgano más grande
La apariencia de la dermis es un reflejo fiel del cuidado que le damos y de la salud de nuestro organismo. El bienestar de la piel depende de la alimentación, la higiene, la hidratación, el descanso, el metabolismo de cada persona, entre otras condiciones.
La temporada otoño- invierno es ideal para tratamientos faciales intensivos: peelings, luz pulsada o el innovador FRAXFACE, un sistema de radiofrecuencia fraccionada que logra recuperación, renovación y rejuvenecimiento de la piel desde las capas más profundas hacia la superficie. El mismo está recomendado para mejorar el tono y el volumen de la piel y reducir arrugas, líneas finas, estrías y cicatrices.
Es importante destacar algunos de los cambios bruscos en la apariencia de la piel (acné en una mujer adulta, hiperpigmentación o manchas, resecamiento excesivo, engrosamiento, entre otros) suelen ser indicio de desórdenes hormonales por lo que se aconseja visitar al endocrinólogo para tener un diagnóstico y efectuar el tratamiento indicado. Esto es así porque la función (o disfunción) hormonal determina ciertas características de la piel como su nivel de grasitud, grosor, coloración, sensibilidad al sol y a determinados medicamentos, entre otros.
Por otra parte, algunos factores externos como la falta de limpieza diaria del rostro, la exposición solar y la contaminación ambiental repercuten en el aspecto de la piel. Por eso, en esta época cuando la radiación solar es menor son una etapa ideal para realizar procedimientos cosméticos que mejoren la salud de la piel. Existen múltiples opciones que van desde cremas y geles hasta tratamientos láser, por lo que es sumamente importante la consulta profesional con un dermatólogo que según el tipo de piel y presencia de afecciones o anomalías recomendará el tratamiento específico.
También debemos tener en cuenta los cuidados generales que se realizan durante todo el año, por ejemplo, es preciso aplicarse protector solar especialmente en las zonas más sensibles y expuestas como cara, cuello, manos y brazos para prevenir el fotoenvejecimiento y la aparición de lesiones pre-malignas. Asimismo, resulta imprescindible realizar una rutina diaria de limpieza para eliminar la fina capa de grasa que suele formarse en la superficie del cutis junto con las células muertas, el polvo y los residuos de maquillaje. Para pieles grasas y mixtas se sugiere utilizar geles o cremas de limpieza y cuando la piel es seca se pueden emplear leches de limpieza.
En cuanto a los cuidados, pueden realizarse exfoliaciones para eliminar las células muertas y renovar la dermis. La frecuencia aconsejada es dos veces por semana, para evitar modificar el manto lipídico cutáneo que es lo que protege la piel de las agresiones externas. Este paso es sumamente importante ya que, al eliminar esas células (que se encuentran en la superficie dérmica) ayudan a la respiración de la piel. Existen distintos productos para llevar a cabo la exfoliación. Quienes poseen piel seca pueden utilizar cremas con granos finos y quienes sufren de piel grasa se les aconseja emplear productos con granos más gruesos. Como cierre de la rutina de limpieza, se incorpora una loción tónica para refrescar la piel y afinar los poros sin resecarlos aportando al equilibrio del PH de la piel. Al igual que en el rostro, en el cuerpo se deben utilizar productos exfoliantes y luego aplicar la crema hidratante con masajes circulares.
Otro punto importante a tener en cuenta es la incorporación de antioxidantes, como las vitaminas C y E, dentro del marco de recuperación facial post solar, ya que el sol genera radicales libres que envejecen las células, y los antioxidantes los inhiben. En la actualidad, existen numerosos tratamientos avanzados para recuperar la salud de la piel, como por ejemplo el mesolifting facial.
También es recomendable mantener un buen nivel de hidratación mediante el uso de cremas o lociones livianas y el consumo diario de agua ya que la dermis está compuesta en un 70% de agua, y la epidermis en un 15%; elegir una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras; evitar factores nocivos para la salud de la piel como el tabaco y el estrés; y no automedicarse y evitar remedios, cremas y sustancias de elaboración casera.
El tratamiento hidratante con Juvederm Hydrate, un procedimiento no quirúrgico, genera un resultado rejuvenecedor natural sin cicatrices. Otra opción es el Mesolifting facial, una técnica que utiliza inyecciones múltiples de Ácido Hialuronico aplicadas en rostro, cuello y escote y está indicado en casos de falta de luminosidad de la piel, deshidratación, perdida de tonicidad o daño solar entre otras cosas.
Asesoró: Dr. Mariano Jabbaz, MN 117.312 equipo de dermatología y estética de Maffei Centro Médico .