Un vestidor lleno y desordenado es
una incitación a la desprolijidad y a la reiteración.
En la mayoría de los casos solo usamos el 20% de la ropa que tenemos
guardada.
Por eso, ordena, selecciona, regala, tira y no sientas angustia.
Lo que lleva
12 meses sin ser estrenado es fruto de la equivocación.
Un guardarropa inteligente requiere un esfuerzo económico.
En mayor o menor escala hacemos inversiones que sólo con el tiempo se sabrá si han sido
razonables.
Pero las buenas inversiones te benefician a la hora de vestir!
Lo que nos parece costoso suele no serlo tanto cuando hacemos un análisis
preciso.
Para conocer bien el costo y el beneficio de una prenda debemos hacernos tres
preguntas:
A) Cuánto cuesta la prenda?
B) Cuánto tiempo pienso que durará?
C) Con qué frecuencia puedo llegar a usarla por
año?
Por ejemplo: Necesitas una buena chaqueta.
El precio promedio en buena calidad
es de $2000. Puede durar aproximadamente 5 años y la usarás unas 10 veces al año.
En realidad te está costando $2000/50 (veces de uso). Es decir $40 cada vez que la uses.
¿Pensaste cuántas veces te compraste un
vestido o conjunto a un “precio de oferta” y sólo lo usaste en un evento? Cuánto te costó en realidad?
Planifica tus compras… logra un guardarropa
“smart”.
Aprovecha el espacio y prepara conjuntos que puedan armarse en minutos.
Eso te hará sentir muy bien, segura y confiada en vos misma.
Liliana D’Lucca para Imagine
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