¿Por qué explicar cómo se hacen mal, en vez de correctamente?
Porque lo comparo con esa vez que tomas clases de gimnasia por primera vez y te enseñan cómo hacer un tipo de ejercicio abdominal y lo copias, pero moviendo tu cervical… cosa que no hubieses hecho seguramente, si te hubiesen mostrado: Así, no.
Aquí van los cómo no… y la explicación del por qué está mal, entre paréntesis:
Me merezco sanear mi situación financiera y progresar sin atajos. (¿Sanear? ¿Acaso está roto y sucio? ¿Sin atajos? En el subconsciente el «sin» no forma una imagen mental, en cambio atajos, sí… pero haciéndome recordar a «escollos»).
Me merezco poder tener ahorros personales. (¿Poder tener? Muchos problemas con el sentir que merece las cosas. Suena demasiado ambigüo).
Me merezco sanar de mis heridas. (¡Heridas! No! Es toda una imagen mental, enraizada en dolor).
En el próximo cobro de haberes me aumentan el sueldo. (Bien expresado, pero le falta definición de cuánto quiere de aumento… una cifra que sienta que sí es perfectamente negociable con sus jefes, porque si pide como aumento el porcentaje que sus empleadores tienen en acciones, no será un pedido coherente, y no lo obtendrá).
Salgo de mis viejos problemas y patrones financieros y recupero pronto mi solidez financiera. (Tiene buenas intenciones, entiende que sus resultados son consecuencias de patrones, pero está muy preocupado y apegado a sus problemas, y necesita verlo desde una distancia, y afirmar sobre soluciones, no sobre lo que está mal).
Me cae del cielo un dinero purísimo. (Está tratando de empezar a creer que el dinero fluye permanente, y sabe que verlo caer del cielo es una forma metafórica de decirlo, de creer en la mayor fluidez posible, y hasta ahí esta bien el intento, pero termina triunfando la creencia de que el dinero es sucio, porque sino con qué necesidad, dice «purísimo»? El dinero es puro en sí mismo!).
Tengo un imán para la buena fortuna. (No está mal, pero necesita potenciarla. Si tiene un imán está buscando atraer, y lo que tiene que conseguir es que la suerte, la buena fortuna, o lo que fuere, le atraiga a usted. Necesita ser usted ese imán, no tenerlo).
Y… la peor de todas:
Estoy muy contenta con las afirmaciones nuevas que estoy escribiendo, y ojalá que pueda cambiar las cosas.
(Sepa que solo uno puede cambiar las cosas, no necesita pedirse permiso para poder cambiar las cosas, y personalmente siento que «Ojalá» es un aire soplado fuertemente por la boca, que sale del epicentro mismo de la angustia de esperar del afuera las respuestas, las oportunidades y los milagros. Tiene que tener la seguridad de que quiere, de que puede, y que va a lograrlo… de que encontrará las respuestas, que sabrá aprovechar las oportunidades, porque USTED ES EL MILAGRO).
Por Eri Carballo
http://reingenieriaemocionalyleydeatraccion.blogspot.com