Claves para aprender a usar aceites esenciales

Claves para aprender a usar los aceites esenciales

Por Karina Parada, Directora Deva’s,
www.devas.com

El uso de la aromaterapia es una opción personal y un estilo de vida que ayuda y
mejora el bienestar del cuerpo y mente y produce sensaciones de placer y armonía.
Es un arte que induce la relajación, aplaca dolores y potencia la salud y la
belleza mediante la utilización de fragancias aromáticas.

La aromaterapia utiliza el aceite esencial de la planta como método terapéutico.
Éste se encuentra en unas diminutas glándulas situadas en la superficie exterior
de las raíces, tronco, hojas, flores o frutos de la planta, o bien en el
interior de estas estructuras. Es una representación concentrada de las
propiedades curativas de la planta y algunos autores piensan que contiene su
fuerza vital.

Una prueba de que los aceites esenciales contienen importantes propiedades
antisépticas es la aparente inmunidad de muchos perfumistas de la Edad Media
durante las epidemias de peste y cólera que azotaron Europa.
El aromaterapeuta estudia al paciente como un todo, teniendo en cuenta su estado
emocional y actitud mental, ya que estos factores son en gran parte responsables
de los síntomas físicos.
Los aceites se evaporan con facilidad en contacto con el aire y al inhalarlos
penetran en el organismo a través del sistema olfativo. Una vez en el interior
del organismo actúan restableciendo la armonía y revitalizando aquellos órganos
en los que exista algún tipo de alteración. Sus efectos aumentan cuando se
combinan con un masaje de aromaterapia.
Vías de administración y efectos
Los aceites esenciales ejercen su efecto sobre cuerpo y mente por dos vías
principales: el olfato y la piel. Actúan como estimulantes del sistema nervioso
central cuando son inhalados y pueden atravesar las paredes capilares y los
tejidos celulares si se aplican de forma tópica sobre la piel.
Todos tienen en mayor o menor grado propiedades antisépticas y bactericidas.
Muchos poseen la capacidad de estimular la renovación y crecimiento de células
sanas. Alivian el estrés y estimulan la circulación, refuerzan el sistema
inmunitario, limpian impurezas, equilibran las emociones, relajan, estimulan,
euforizan, pueden revitalizar una mente cansada y estimular la memoria.
La eficiencia de los tratamientos de aromaterapia depende de la pureza y calidad
de los aceites esenciales y de la manera de usarlos.
Los efectos de los aceites esenciales sobre el organismo pueden clasificarse en
terapéuticos o tóxicos dependiendo de la forma de administración, dosis y
susceptibilidad del paciente.
Los aceites esenciales, en general, comparten ciertas propiedades terapéuticas
que permiten sus usos como antisépticos, antiinflamatorios y cicatrizantes, pero
cada esencia destaca por alguna propiedad única, la que va a depender de la
interacción molecular de sus componentes.

Por inhalación: Mediante la aspiración directa de los aromas, a través
del sentido del olfato llegando al cerebro.
La región olfativa es el único lugar de nuestro cuerpo donde el sistema nervioso
central está relacionado estrechamente con el mundo exterior. De esta forma, los
estímulos olfativos llegan directamente a las centrales de conexión internas.
Las neuronas de la región olfatoria son neuronas sensitivas primarias y forman
parte de las neuronas cerebrales; los mensajes olfatorios atraviesan la corteza
cerebral por medio de fibras nerviosas que llegan a las neuronas centrales de
control superior del cerebro.
Nuestro bienestar general depende mucho más de nuestro olfato de lo que se creía.
El olfato no sólo controla funciones corporales que no están sometidas a nuestra
voluntad consciente, sino que influyen en nuestro mundo emotivo, esto se explica
analizando las funciones de varias estructuras cerebrales como el sistema
límbico, el hipotálamo y el tálamo que se ocupan tanto de procesos emocionales
como físicos y están relacionados con el sentido del olfato.

Por uso tópico a través de la piel
: Por la finura y la composición orgánica
de las moléculas de los aceites esenciales, éstas son absorbidas por la piel de
donde acceden por medio de los capilares del torrente sanguíneo, para llevar sus
efectos a todo el organismo. Al mismo tiempo estimulan la regeneración celular
de los tejidos, y la salud de la piel matando gérmenes y bacterias nocivas.
Cuando el cuerpo recibe masaje con aceites esenciales los efectos tanto
fisiológicos como psicológicos son asombrosos, el masaje actúa en las
terminaciones nerviosas del cuerpo, al mismo tiempo produce calma y estimula el
flujo energético que alivia la tensión, elimina toxinas y crea tejidos sanos,
disminuyendo el proceso de envejecimiento.

Por ingestión: Este uso está dirigido a tomar (ingerir) directamente los
aceites esenciales. Es el método menos común ya que sus efectos son menos
rápidos y las dosificaciones deben ser muy precisas, controladas y prescriptas
por un médico aromaterapeuta.
La manera tradicional es la de tomar infusiones (tés) de hierbas aromáticas y la
de incluirlas en la preparación de alimentos.

La aromaterapia es muy recomendable ya que constituye un método simple y
económico para mejorar la calidad de vida de las personas susceptibles a
desarrollar eventos psicosomáticos o diversas patologías producto del deterioro
del sistema inmunológico secundario al estrés psicológico.

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