Calentamiento global y huella de carbono: cada acción
importa
El calentamiento global, causado por el exceso de dióxido de
carbono en la atmósfera, es un hecho. Disminuir la propia huella de carbono
ayudará a detener este fenómeno climático.
El calentamiento global es el incremento de las
temperaturas medias del globo. Desde principios del siglo XIX, se ha
observado un incremento de 0,8ºC en la temperatura media de la superficie
terrestre, el cual, pese a lo pequeño que parece, trae consecuencias en el
clima, la agricultura, la flora y la fauna.
Existen diversas teorías que intentan explicarlo: variaciones en los ciclos
solares, ciclos orbitales caracterís-ticos de nuestro planeta o gases de efecto
invernadero generados por el hombre. De todas ellas, los cientí-ficos del
Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) declaran
que existe un 90% de probabilidad de que esta última sea la causa principal.
Por su parte, el efecto invernadero es un fenómeno natural de escala planetaria
que ocurre cuando los componentes gaseosos de la atmósfera, los llamados gases
de efecto invernadero o GEI, retienen parte de la energía que nos llega en forma
de radiación solar. Los GEI más importantes son: dióxido de carbono, va-por de
agua, metano, ozono y óxidos de nitrógeno. Este proceso conduce a un equilibrio
térmico permi-tiendo el desarrollo de la vida en nuestro planeta.
No obstante, como consecuencia de las actividades humanas, tanto industriales
como cotidianas, la con-centración de estos gases en la atmósfera ha aumentado
de forma considerable en los últimos años. Esto ha ocasionado que se retenga más
calor de lo debido, dando lugar al calentamiento global o cambio cli-mático.
A nivel mundial, el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático tiene por objetivo estabilizar la concentración
de GEI y lograr para el 2012 la reducción de al me-nos un 5% en las emisiones
contaminantes. Dicho acuerdo fue ratificado por 187 estados y, si bien no asig-na
un porcentaje específico para cada país, promueve que entre todos se trabaje
para reducir los GEI, en especial CO2.
Acerca de la Huella de Carbono
La huella de carbono se define como la totalidad de gases de efecto invernadero
emitidos por efecto direc-to o indirecto de un individuo, organización, evento o
producto y se mide en unidades de dióxido de carbo-no.
Este indicador es una herramienta que permite evaluar el impacto ambiental en
función de las actividades desarrolladas. La huella de carbono promedio
calculada para el habitante del Cono Sur es de 5.710 kg de CO2 al año.
Dicho valor se refiere a las elecciones de consumo y hábitos cotidianos, es
decir, cada uno de nosotros puede colaborar en la reducción de emisiones de CO2
a la atmósfera.
Cómo ser parte de la solución
Existen diversas acciones individuales que pueden llevarse a cabo en distintos
ámbitos, realizadas a partir de criterios de cuidado del medio ambiente. Estas
acciones incluyen la gestión de los recursos utilizados (energía, agua), el
transporte que elegimos, el consumo de productos, la gestión de residuos
generados, entre otros.
Desde el hogar, se pueden implementar algunos consejos de cuidado y ahorro de
energía y de esta manera conseguir el mejor rendimiento de los electrodomésticos
y reducir gastos en la economía familiar:
Desenchufar los electrodomésticos que no se estén utilizando como cargadores de
celular o com-putadora personal, microondas, equipos de aire acondicionado,
continúan consumiendo energía eléctrica aún cuando estén apagados.
Iluminar los ambientes con lámparas de bajo consumo. Un mismo nivel de
iluminación puede re-presentar hasta un 80% de ahorro de energía.
Fijar la temperatura de refrigeración del aire acondicionado en 24º C y limpiar
periódicamente los filtros ya que se obtiene un mejor rendimiento.
Configurar en la PC el sistema de apagado automático de monitores, se ahorran
75 watts por hora.
En particular, una de las actividades cotidianas donde nuestras elecciones de
hábito y consumo pueden representar un gran aporte a la disminución de las
emisiones de CO2 en el hogar es el lavado de la ropa.
Aquí algunos tips para tener en cuenta:
Seleccionar el programa de lavado adecuado para el nivel de suciedad. Si es
posible, usar ciclos cor-tos.
Lavar con agua a temperatura ambiente, así se evita el consumo de energía para
su calentamiento.
Evitar el uso del secarropas, ya que tiene un alto consumo de energía.
Utilizar polvos para lavar que minimicen las emisiones de CO2 tanto en su
producción como en su uso.
Desde la cocina, también se pueden implementar algunos hábitos de consumo a
fin de preservar el medio ambiente y optimizar el uso de energía:
Aprovechar al máximo la capacidad del horno eléctrico y cocinar el mayor número
de alimentos po-sible.
Apagar el horno un poco antes de finalizar la cocción, el calor residual será
suficiente para terminar el proceso.
Tapar las ollas durante la cocción. Llenar la pava o cacerola con la cantidad
de agua necesaria, con-sumirá menor energía y hervirá más rápido.
Utilizar el microondas en lugar del horno convencional supone un ahorro entre
el 60 % y el 70 % de energía.
Fuentes:
Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable
United Status Environmental Protection Agency
Buenos Aires Ciudad