APDA – ¿Por qué trabajar con un psicólogo del deporte?
Son profesionales que pueden ayudar a desarrollar el mejor potencial de deportistas de alto rendimiento, equipos deportivos, deportistas amateurs y que también pueden orientar y acompañar a padres, instituciones, entrenadores y preparadores físicos.
Melina es adolescente (15 años) hace 9 años que se prepara para ser una patinadora de excelencia. Comenzó a los 6 años en su club como un hobby y algo que comenzó como un juego, se transformó con los años en una pasión, con objetivos claros y alcanzables, con metas, horarios que cumplir, disciplina, presión y estrés pero también con disfrute cuando llega la medalla esperada, cuando la rutina preparada sorprende al público y la satisfacción por haberle dedicado muchas horas y esfuerzo a esta disciplina, se siente no solo en el cuerpo, sino también en el alma.
Melina trabaja sus metas a alcanzar, sus expectativas, miedos, enojos, presiones, autoexigencias, emociones y frustraciones, entre otras, con un psicólogo del deporte.
La psicología del deporte es una rama de la psicología que estudia los procesos psíquicos y la conducta del hombre durante la actividad deportiva. La psicología del deporte puede ayudar a cualquier deportista como Melina, que tiene sueños, metas, aspiraciones deportivas, o bien a aquel deportista amateur que convierte el deporte en una práctica disciplinada, que busca logros, además de buenos momentos deportivos.
“Esta disciplina abarca desde la iniciación deportiva, hasta el alto rendimiento investigando los motivos que acercan a los niños a la práctica de un deporte, los factores que lo mantienen en esa práctica y las causas que producen abandono” aclara la Lic. Alejandra Florean, Presidenta de la Comisión Directiva de la Asociación de Psicología del deporte Argentina.
Un psicólogo del deporte se ocupa de la asistencia a deportistas, atletas, equipos de alto rendimiento, como también puede asesorar a entrenadores y profesores de educación física, árbitros y todos aquellos actores del ámbito deportivo.
Considerar la triada: deportista-entrenador-padres es uno de los desafíos del psicólogo del deporte, ya que tanto el entrenador como los padres son pilares fundamentales en el desarrollo deportivo de los niños o jóvenes deportistas.
Esta ciencia, busca conocer y optimizar las condiciones internas del deportista para lograr la expresión de su potencial físico, técnico, táctico y mental adquirido en el proceso de la preparación.
¿Cómo trabaja con el deportista?
Se realiza una evaluación psicodeportologica que comprende una o varias entrevistas. Autoevaluaciones para determinar entre otras cosas las fortalezas y debilidades del deportista, cuestionarios, planillas de seguimiento en competencia y técnicas adaptadas al deporte, centradas en el «aquí y ahora» en lo posible que no requieran mucho tiempo en su administración ya que en este ámbito los tiempos de trabajo son acotados.
Es fundamental que el psicólogo del deporte, se adapte a las necesidades del entrenador y de los deportistas, por tanto es imprescindible la formación del profesional, no solo en psicología del deporte, sino también en el deporte en el que se trabaja. Conocer muy bien la disciplina en la cual se desarrolla la función, conocimiento del reglamento, el lenguaje que se utiliza, como así también los códigos que circulan en el mismo. Por lo tanto, el consultorio de los psicólogos del deporte, es amplio: puede ser una cancha, un vestuario, un bote, el rio, una grada, allí donde el deportista o el entrenador trabajan…
Posibles Intervenciones del psicólogo del deporte:
· Motivación, planteamiento de metas claras y realistas
· Auto conocimiento y auto percepción
· Auto confianza y autoestima
· Concentración, atención, liderazgo y comunicación.
· Manejo del estrés y ansiedad, competencia y presiones
· Autocontrol y manejo de la agresividad
· Manejo de las emociones
· Aptitudes y habilidades para la el trabajo en equipo
· Prevención y recuperación de lesiones
· Proyecto de vida del deportista
· Detección de situaciones de riesgo
· Prevención en cuestiones de índole vital y social.